Hoy quiero hablarte sobre el tercer paso para tener agilidad emocional.
Te comparto aquí sobre los pasos anteriores:
- Paso 1: Aparecer para hacerte cargo de lo que te está pasando con compasión y aceptación, reconociendo tus emociones.
- Paso2: Abstraerse y desengancharse de la situación para tener una mirada desde afuera y objetiva.
El paso 3 entonces es el paso que definitivamente te llevará a tomar mejores decisiones y más acordes con la persona que quieres ser.
Para poder ser coherentes con quienes queremos ser, debemos tener un propósito claro, un norte, unos valores y un para qué.
Cuando trabajo con mis clientes, me doy cuenta de que la mayoría de las veces toman decisiones laborales o personales basados en las circunstancias del momento, lo que siente o creen en el momento que es bueno para ellos o lo que los demás creen que es bueno para ellos; olvidando la perspectiva. Sin embargo, con el tiempo, se percatan que pudo no haber sido la mejor decisión para avanzar hacia esa persona que quieren ser y honrar.
Por esto tener claros tus valores, tu propósito y tu norte, te ayuda a no perderte, a anclarte y a discernir lo que será mejor para ti, aunque muchas veces esta decisión implique sacrificio, incomodidad o pérdidas.
Cuando caminas sobre tu propósito, no vives de qué dirán, ni de las apariencias, sino que caminas sobre piso firme, teniendo la convicción de que los pasos que das van en la dirección correcta (Así muchas veces haya que retroceder y no sea perfecto).
Un propósito claro te ayuda a saber tus NO NEGOCIABLES y te ayuda a vivir con menos culpas y más ligero.
En resumen, caminar sobre nuestro propósito es:
- Vivir siendo coherente con tus valores y no en piloto automático siendo una marioneta de las circunstancias.
- Tener claras las cosas que son importantes para ti, lo cual te sirve como señal y aviso para no perderte y tomar decisiones que te ayuden a avanzar hacia una mejor versión de ti mismo.
- Tomar decisiones conscientemente en concordancia con tus valores y con la manera en que quieres vivir.
- Tomar una decisión de moverte en una dirección, así el contexto sea de disconfort.
- Traducir tus valores en acciones y comportamientos del día a día que te hagan sentir orgulloso de la persona que estás siendo.
Quiero invitarte a 4 cortos ejercicios para que trabajes en tus valores y propósito:
- Enumera los 5 valores que son claves para ti e identifica por qué son tan importantes.
- Revisa en tu historia de vida cómo estos valores han marcado tus decisiones y cómo cuando se han puesto en juego, te han llevado a cambiar el rumbo de tu vida.
- Tómate un tiempo para trabajar en tu ENUNCIADO DE PROPÓSITO. Te invito a leer mi Blog sobre Propósito, para que construyas el tuyo.
¿Cómo vas a empezar a honrar tus valores y propósito a partir de ahora? Invítalos a ser parte de la mesa a la hora de tomar decisiones diarias y también a las trascendentales de tu vida y verás cómo se convierten en tu brújula.
Resumo este blog con esta frase de Susan David que me encanta:
Coraje no es la ausencia de miedo, Coraje es el miedo andando. Es sentir el miedo y aún así tomar decisiones basado en las cosas que relamente valoro