Cerrando este ciclo de blogs de Agilidad Emocional, hablaré del cuarto y último paso que trae SUSAN DAVID y les compartiré mis reflexiones y aplicaciones

Te comparto aquí sobre los pasos anteriores:

Paso 1: Aparecer para hacerte cargo de lo que te está pasando con compasión y aceptación, reconociendo tus emociones.

Paso 2: Abstraerse y desengancharse de la situación para tener una mirada desde afuera y objetiva.

Paso 3: Caminar sobre tu propósito te llevará a tomar mejores decisiones y más acordes con la persona que quieres ser, pues es realmente actuar con base en lo que es importante para ti y para esa persona que quieres ser.

El paso 4 es AVANZAR, se trata de cultivar hábitos saludables enfocados en valores, se trata de interiorizar mejores maneras de hacer las cosas para mejorar, y potenciar nuestras emociones y nuestros resultados.

Creo que una de las cosas que más me apasiona aparte del liderazgo, tiene que ver con el cambio. Me encanta comprender por qué las personas nos resistimos a cambiar aun cuando sabemos que ese cambio es para nuestro beneficio.  La creación de hábitos implica modificar patrones, conductas, tener disciplina y consistencia y ya sabemos desde la neurociencia que el mismo cerebro siempre nos invita estar en zona de ahorro de energía y a permanecer en lo conocido.

Siempre estarán en juego 2 fuerzas, la del comfort y la del cambio…

3 puntos claves en los que podemos enfocar los cambios

1. Cambiar nuestros paradigmas y creencias: Se trata de cuestionar esos patrones que nos han acompañado por muchos años y que nos hacen ver la vida de cierta manera, rígida y en automático. Permitiendo que nuevas creencias y perspectivas entren en nuestra mente y nos abran hacia el aprendizaje y la experimentación
2. Cambiar nuestras motivaciones: Susan en su libro explica que uno de los grandes obstáculos para avanzar y movilizarnos a la acción, cambiar y ser ágiles tiene que ver con estar enfocados en el QUERER y no en el TENER QUÉ. Sentir obligación, sin ver un verdadero sentido que nos conecte con un deseo, hace que haya más peldaños para que los cambios se den.
3. Cambiar nuestros hábitos: Uno de los grandes obstáculos para genera cambios está en querer hacer cambios muy grandes rápidamente. Tratar de hacer pequeños cambios en nuestras rutinas, ya sea modificando aspectos de nuestro ambiente (seleccionando mejor nuestros alimentos a la hora de hacer mercado por ejemplo, consiguiendo un partner para hacer ejercicio, etc.); agregando un nuevo hábito a uno ya existente, anticipando obstáculos y proveyendo soluciones; o creando una visión clara que nos ayude a mantenernos comprometidos con el cambio. Debemos empezar por pequeños cambios que luego nos llevarán a grandes logros.

Balance entre sobre exigencia y sobre competencia

Avanzar implica tiene que ver con ese balance entre sobre exigencia y sobre competencia, buscando explicar cómo en la vida debemos tener un balance entre las dos. No sentirnos tan cómodos, de ir siempre en piloto automático, pero tampoco sentir que nuestra vida es una constante exigencia, un constante cambio y una constante sensación de vivir al límite, que nos lleve a un burnout.

Debemos buscar ese balance en donde siempre haya espacio para una expansión creativa, aprendizaje y reflexión. Ser emocionalmente ágiles no se trata, como ella lo menciona, de mantenernos ocupados todo el tiempo con una cantidad de tareas, pendientes y de “TENGO QUE´S…”

En resumen

Este último paso de ser AGILES EMOCIONALMENTE, se trata entonces de aprender, tomar conciencia, avanzar siendo más efectivos y mucho más cercanos hacia esa versión al 100% de nosotros mismos que me conecta mucho con un Blog que escribí hace un tiempo sobre DESARROLLANDO EL POTENCIAL, basado en otro de mis libros preferidos “GRIT de CAROL DWECK”:

“Las personas ágiles emocionalmente, son personas que cultivan y trabajan sobre su MENTALIDAD DE ABUNDANCIA – GROWTH MINDSET”