Cuando estaba estudiando psicología, fue la primera vez que escuché el término RESILIENCIA y desde ese día, tuvo un enorme poder en mí. Según la psicología, es la capacidad de las personas de sobreponerse a períodos de dolor emocional y situaciones adversas.
En mi concepto es una habilidad que todos los seres humanos tenemos en menor o mayor medida; que algunos por las circunstancias de la vida le sacamos mayor provecho usándola como estrategia de afrontamiento y como mecanismo para sobreponernos de manera más rápida a la adversidad.
Tal como lo he comentado en mis Blogs anteriores, creo que las habilidades pueden desarrollarse y que todo debe partir de una necesidad interior y de un convencimiento profundo de que eso que quiero aprender tendrá un poder positivo sobre mí. Así que en esta misma vía, creo que sí hay maneras en las que las personas podemos aprender a ser más resilientes y podemos desarrollar habilidades que nos ayuden a reponernos en los momentos difíciles.
El año pasado, tuve la dicha de leer un maravilloso libro que complementa perfectamente la teoría de las mentalidad de “Desarrollo” y “fija” del libro Mindset que ya he comentado en mis otros Blogs de “Desarrollando en Potencial” y “Éxito y Satisfacción Personal”. Este libro, llamado “GRIT: El poder de la Pasión y la Perseverancia” de Ángela Duckworth, complementa los pensamientos de estas mentalidades y sustenta que todos los seres humanos podemos desarrollar habilidades y aprender, siempre y cuando seamos perseverantes y sintamos pasión por lo que hacemos. En conclusión, la mentalidad de Abundancia y GRIT van de la mano.
En otra oportunidad les hablaré de mis reflexiones sobre este interesante libro y sobre el concepto de GRIT, pero hoy quiero rescatar de él, la conexión que hace sobre la Mentalidad de “Desarrollo” y la Resiliencia.
Este libro sustenta la siguiente teoría:
Explicación según Ángela Duckworth :
“La mentalidad de Desarrollo nos lleva a tener pensamientos optimistas sobre la adversidad, y como consecuencia esto nos lleva a ser perseverantes y a conectarnos con nuevos retos personales que en últimas nos convertirán en personas más fuertes”
Cuando hice la conexión de estos 3 factores, tuve un momento de profunda autoreflexión, en donde por un segundo revisé aquellos momentos difíciles de mi vida y me di cuenta que este modelo de pensamiento me ha acompañado desde pequeña.
¡Es como sí en estos tres enunciados se resumiera lo que yo soy¡
Sin ánimo de ser pretensiosa, ni egocéntrica, ni mucho menos perfecta, pero aquellos que me conocen pueden dar fe de lo que les quiero compartir. Desde pequeña la resiliencia me ha acompañado como mi herramienta más poderosa en los momentos de adversidad.
A lo largo de mis años, he tenido momentos difíciles de separaciones, rupturas amorosas, grandes cambios y desilusiones. Cosas que a todos nos pueden pasar: la separación de tus padres, rupturas amorosas, dejar tu país para irte a lugares en donde debes empezar de cero, dejar tu trabajo, perder un ser querido, dificultades en tu relación de pareja, dificultades familiares, etc.
Cuando me conecto con estos momentos en los que he sentido dolor y profunda incertidumbre, me doy cuenta que existe un patrón que me acompaña y se los quiero compartir:
- Me conecto con el dolor, lo vivo, lo siento desde lo más profundo, sin evasiones y sin rechazo.
- Le hablo y le pregunto que quiere decirme y qué es lo que debo aprender a través de esta experiencia.
- Luego invoco a mi mentalidad de abundancia o lo que hoy llamo “Growth Mindset”, la cual me hace ver lo positivo de ese momento, siempre he encontrado algo positivo en la adversidad.
- Después de encontrar lo positivo de esta lección, me aferro a esto y se vuelve mi ancla para perseverar y no desfallecer. Allí aparece mi resiliencia en su máxima expresión, pues es a través de mis pensamientos positivos y de mi conexión con lo más profundo de mi fuerza interior, que logro encontrar el poder para seguir.
- Me conecto con Dios, quien es el que me ayuda y me da las fuerzas y le entrego mi dolor.
- Ofrezco mi dolor y lo libero al universo, para que sea el tiempo el que sane.
Es increíble ver mi poder interior en estos momentos y ver cómo a través de mi vida, he tenido esta manera de enfrentar los problemas. No puedo negarles que hay momentos en que aplicar mi “Modelo de Resiliencia” es más difícil que en otros. Muchas veces un paso me toma más tiempo, pues es tanta la confusión y el dolor, que me doy cuenta que debo vivirlo y conectarme con él por más tiempo para luego entender el aprendizaje y comprender su mensaje.
Espero que mi experiencia de cómo vivo la resiliencia los conecte con sus propios mecanismos para enfrentar la adversidad. Todos seguramente tendremos diferentes maneras de vivir el dolor y los momentos difíciles, yo hoy les comparto la que a mí me ha servido, espero que esta reflexión los haga evaluar cuales son sus patrones para enfrentar la adversidad.
¿Te consideras una persona resiliente? ¿Cómo ves la adversidad?
Espero tus comentarios en este Blog y en mi página de Facebook.
Muchos abrazos a todos y los invito a conectarse con su Mentalidad de Desarrollo y su capacidad de ser RESILIENTES… Nos vemos la otra semana…
4 Comments on “Resiliencia: La Fuerza Interior para Reponernos en la Adversidad”
Maria, te felicito por este espacio y te deseo todos los éxitos del mundo, te los mereces
Yo quiero comentar una cosa, el dolor es un sentimiento. El sufrimiento es opcional, de uno depende sufrir en esos momentos de adversidad y como me decía mi siquiatra; pensar en un día a la vez y sacarle lo buenona todo siempre siempre. Dios aprieta pero no ahorca y lo mejor es que cuando sales de ese momento difícil no vuelves a ser el mismo, ya eres más fuerte
Un abrazo para ti!!
Susy, estoy de acuerdo contigo. Somos nosotros como seres humanos los que ponemos el tinte a las situaciones y aunque exista dolor, es opcional la manera en cómo decidimos enfrentar la adversidad: podemos asumir el rol de víctimas y quedarnos en el dolor, o enfrentar la adversidad con la convicción de que aprenderemos de la experiencia y que seremos personas más completas cuando atravesemos ese camino.
Vargas, súper interesante esta reflexión gracias por compartírnosla. Dentro de la resiliencia existe un elemento muy importante y es aprender a partir del error y de la adversidad, pues cuando le sacamos provecho a estas situaciones resignificamos la experiencia y ya la vemos de una manera diferente, que nos permite salir de allí y seguir adelante. Necesitamos equivocarnos y necesitamos las situaciónes retadoras para aprender, desarrollarnos y transformarnos; después de la adversidad, somos personas diferentes.
María Alejandra he leído las entradas anteriores pero esta me ha gustado mucho. He aprendido que tenemos un modelo para reponernos y q nunca me había percatado, y claro, también descubrí cuál es el mío. Por otro lado, aunque tenemos poquísimo tiempo de conocernos (estudio bíblico) siento muy humano y transparente de tu parte estas líneas. Y con tu escrito me transmites que llevo mucho en conocerte. Gracias por sincerarte y transmitirnos positivismo en cada entrada. Me encantan las fotografías. Saludos y bendiciones abundantes.