Siguiendo con la serie de los 5 Blogs de reinvención de carrera, hoy les comparto el segundo que habla de Propósito.

En el primer blog: “Cómo reinventé mi carrera”, les hablé de mi propia historia y esos pasos que di cuando las variables externas me llevaron a repensar mi contribución profesional.

Allí les compartí que en mi caso ya tenía un paso ganado, pues tenía claro ese propósito, que se convierte en la base y razón de ser de mis decisiones profesionales. Así que no tuve que hacerme muchas preguntas para darme cuenta de cómo debía redireccionar mi HACER.

Muchas personas con las que trabajo en Coaching de Carrera llegan con esa incógnita.

¿Qué es lo que me mueve?

¿Qué es lo que me apasiona hacer?

¿Cómo sé si lo que hago está atado a mi propósito?

Para esto puedo decirles de la manera más simple que el propósito es aquello que nos motiva a despertarnos cada mañana, es eso que nos invita a explotar nuestros talentos para dar y mejorar el mundo. Es aquello que cuando estamos completamente en él; nos brillan los ojos, sentimos pasión y conexión con nuestra esencia. Sentimos que estamos dando nuestro potencial y que la vida y sacrificios cobran sentido.

Usualmente los propósitos tienen que ver con la manera en que nuestros talentos sirven y mejoran al mundo, a la sociedad, al otro. En la medida en que sentimos que nuestra vida deja huella y contribuye a los demás, hace que cada esfuerzo tenga sentido.

Para lo que me conocen saben que me apasiona el contacto uno a uno con mis clientes. Me encanta escuchar con todos mis sentidos sus pasiones, gustos, retos, miedos. Amo poder servir a los demás a conocerse más, enfrentarse y maximizar su potencial. Me encanta acompañar a otros a encontrar su camino, pero no cualquiera, sino un camino basado en el propósito.

Mi propósito es:

“Servir a los demás desde el estar presente para acompañarlo a expandir sus talentos y su potencial”.

Cuando declaro mi propósito, lo digo y lo vivo no saben lo feliz que me siento. Siento mi ser expansivo al 200%.

Yo hoy quiero invitarte a vivir y a actuar basado en tu propósito. A no permitir que los días pasen sin que encuentres ese “brillo” que hará que tus días tengan sentido y que los momentos difíciles se conviertan en curvas en el camino, pero no en un freno para seguir.

Si quieres seguir explorando sobre el tema te recomiendo el libro “The Power of Purpose” de Richard Leger.